Historia de una bala de plata


 

 

 

Las combinaciones de palabras que forman una unidad fija por su forma y su significado reciben el nombre de unidades fraseológicas. Una característica de las unidades fraseológicas es que son expresiones idiomáticas, es decir, propias de una lengua determinada. En consecuencia, las unidades fraseológicas de una lengua (por ejemplo, del español) no necesariamente coinciden de manera literal en otra lengua (por ejemplo, en noruego).

 

Intenta buscar un equivalente en noruego a las siguientes unidades fraseológicas (si estás en duda sobre el significado en español, puedes consultar en el útlimo diccionario recomendado en la cabecera). Completa la tabla con otras unidades fraseológicas que encuentres en el texto.

 

Personaje y página  Unidad fraseológica subrayada  Equivalente en noruego 

Galoffe (página 9)

 

Sheriff (p.11) 

 

Smith (p.12)

 

Marinero viejo (p.16)

 

Galoffe (p.21)

 

Petimetre (p.22)

 

M. La Fiere (p.22)

 

Presidente (p.23)

 

Galoffe (p.27)

 

Smith (p.28)

 

Abate (p.30)

 

Jones (p.36)

 

Abate, Canción de mitra (p.38)

 

Sheriff (p.38)

 

Petimetre (p.40)

 

Smith (p.41)

 

Gánster (p.44)

 

Galoffe (p.45)

 

Mandinga (p.47)

 

Mandinga (p.49)

 

Vieja Nodriza (p.52)

 

Vieja Negra (p.52)

 

M. La Fiere (p.54)

 

Marta (p.58)

 

Abate (p.61)

 

Jones (p.63)

Debajo de los blancos y tratando de subir con uñas y dientes, estaban los pardos o mulatos. 

 

A la oportunidad la pintan calva, por eso hay que agarrarla del cuello 

 

yo no tengo vela en este entierro

 

señor Contramaestre, los marineros decimos buenas noches y nos vamos a dormir [Donde manda capitán, no manda marinero]

La mona, aunque se vista de seda, mona se queda.

 

y no ven más allá de las narices

 

vamos al grano

 

salimos de aquí con el rabo entre las piernas

 

No es un negocio para el que juega limpio como yo.

 

Galoffe no se ha tragado todavía el cuento

 

lavarse las manos

 

Ríe a carcajadas.

 

me salvé por un pelo

 

 

romperte la crisma

 

un emperador de pacotilla

 

no muevo un dedo

 

vine a darle una mano

 

¿Tú le diste el pasaporte?

 

Una mano de hierro que impida lo que está pasando.

 

Podemos ser atacados por esclavos rebeldes, de esos que andan merodeando sin dios ni ley.

 

morirán como perros

 

volverá a nacer de sus cenizas

 

Sí, ya estamos metidos y con la mierda hasta el cuello.

 

Terco como una mula

 

Yo me lavo las manos.

 

Arriesgará verdaderamente el pellejo